Lugar de tapeo por excelencia, la Calle Laurel es visita imprescindible para aquellos que quieran disfrutar de la esencia gastronómica de la región. Pinchos, tapas y raciones acompañados con buenos riojas convierten a La Laurel en una experiencia inolvidable.
En Logroño, ciudad de buen vivir, la gastronomía desempeña un papel fundamental en las relaciones familiares y sociales. Da igual el motivo, lo importante es reunirse con las personas cercanas alrededor de una surtida mesa con las mejores verduras de la huerta, un buen plato de carne y los postres imaginativos y deliciosos cuyas recetas se transmiten de generación en generación.
En las mesas de Logroño todo combina bien, los alimentos se funden unos con otros, maridando sabores y sensaciones cohesionados por el excelente vino de Rioja. Y es que en Logroño no se come sin buen vino: nuestro producto más típico y preciado preside todas las celebraciones.
Gastronomía de calidad
Los logroñeses estamos orgullosos de contar con numerosos restaurantes, todos de gran calidad. Además, el chiquiteo, una de las costumbres locales que más atrae a los visitantes, nos permite disfrutar de los pinchos más suculentos y variados acompañados de nuestros riojas favoritos.
Aunque los bares se reparten por toda la ciudad, la Calle Laurel ha sido tradicionalmente la zona de picoteo por excelencia. En sus establecimientos se puede encontrar toda clase de platos típicos como embuchados, champiñones, pimientos rellenos, choricillo asado, setas a la plancha, y un largo etcétera.
Algunos de ellos conservan una tradición estupenda: se especializan en una tapa, de manera que el logroñés sabe dónde le sirven la zapatilla, el champi, la orejita, el pincho de tortilla o la gilda de sus amores.
Logroño cuenta también con heladerías artesanas maravillosas y modernos bares y cafeterías en los que charlar y descansar después de una buena comida. Son establecimientos con un ambiente muy agradable, que sacan sus terrazas a la calle. Estos locales, repartidos por toda la ciudad, suelen estar abiertos hasta bien entrada la noche.
En el corazón de Logroño
La Calle Laurel se encuentra junto al Mercado de San Blas — Plaza de Abastos y discurre paralela a la de Bretón de los Herreros, lugar en el que se levantaban las antiguas murallas de Logroño hasta que fueron demolidas en 1862.
Fue entonces cuando se decidió reconstruir las casas colindantes, dando origen a lo que hoy en día es la Calle Laurel.