Cementerio de Logroño
El Cementerio de Logroño, con casi dos siglos de antigüedad, tiene un gran interés histórico y artístico.
Este camposanto se creó en 1832 por iniciativa de Cayetano de Sierra, presbítero de la Iglesia Imperial de Santa María de Palacio.
Desde el punto de vista artístico, el cementerio de Logroño resulta un espacio muy interesante, por la antigüedad de muchos de los enterramientos que se conservan en él, por el valor artístico de algunos panteones y tumbas y por la presencia de construcciones y esculturas realizadas por arquitectos y escultores de prestigio.
Otra motivación para la visita es la presencia de personajes ilustres enterrados en él. Además de personas relevantes en la historia de la ciudad como los Príncipes de Vergara, Amós Salvador o Martín Zurbano, en el cementerio se recuerda también a artistas (como los arquitectos Fermín Álamo y Agapito del Valle o los pintores Segundo Arce y Enrique Blanco Lac), científicos (doctor Zubía, ingeniero Fernando Gallego), aristócratas (los marqueses de Riscal, del Romeral y de Fuertegollano) y comerciantes (Antonio Barrigosa, Martín Cárdenas).