Museo de La Rioja
El Museo de La Rioja está ubicado en la Plaza de San Agustín en un edificio barroco del siglo XVIII, también conocido como el Palacio de Espartero.
Atesora valiosas colecciones de pintura y escultura, piezas etnográficas y materiales y objetos provenientes de los yacimientos arqueológicos riojanos.
Tras la completa remodelación con la que despidió el siglo XX, el Museo de La Rioja ofrece una excepcional panorámica de la Historia de esta tierra desde las primeras muestras paleolíticas hasta los objetos y obras de arte que introducen y explican nuestra contemporaneidad.
El recorrido propuesto al visitante se sirve para ello de la Arqueología, de las Bellas Artes y de la Etnografía para construir un discurso que ayuda a entender perfectamente este tramo del valle del Ebro y los siete valles que lo nutren, tan diversos y ricos en su propia idiosincrasia y en la Historia común que forman entre todos.
El museo alberga piezas de colecciones arqueológicas y objetos artísticos de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco. Entre ellas destacan las tablas de San Millán y el retablo de Torremuña.
Historia del Palacio de Espartero
El Museo de La Rioja ocupa el palacio construido a mediados del siglo XVIII por Pedro Ruiz de la Porta, Regidor Perpetuo de la Ciudad de Logroño, que a su muerte pasó a la familia Martínez de Sicilia. Sin embargo, el edificio es conocido como Palacio de Espartero, porque tras su matrimonio con Jacinta Martínez de Sicilia vivió en él el general Baldomero Espartero después de su retirada definitiva de la política en 1856.
El matrimonio muere sin hijos y hereda el palacio doña Vicenta Martínez de Sicilia y Fernández de Luco, Marquesa de La Habana, hermanastra de doña Jacinta, que lo alquila en 1881 como sede del Gobierno Militar.
En 1882, el Gobierno dicta el Decreto de traslado de las sedes episcopales a las capitales de provincia en cumplimiento del Concordato firmado con la Santa Sede, y la Marquesa de La Habana ofrece el palacio al Estado para Palacio Episcopal y Tribunal Eclesiástico.
La venta se hace efectiva en 1884 por un importe de 110.000 pesetas y entre 1886 y 1888 se acomete una profunda reforma, costeada por el Ayuntamiento, bajo el mandato del alcalde José Rodríguez Paterna y la dirección del arquitecto municipal Luis Barrón, que entre otras cosas sustituye el escudo de la fachada por uno episcopal.
Pese a esta intensa reforma el obispo no llegó a trasladarse y se fueron sucediendo las instituciones que lo ocupaban total o parcialmente, como el Asilo de Santa Rosa desde 1900, para acoger a los hijos de las trabajadoras de la cercana Tabacalera y otras fábricas. En 1912, la Casa Cuna del Niño Jesús y la Caja de Ahorros, y en 1914 se incorporó la Cámara de Comercio y el Círculo Artístico. En 1932 se intentó el desalojo del edificio para instalar el Archivo Histórico de la Provincia, pero nunca se llevó a cabo.
Y por último, se inauguró en 1971 como nueva sede del Museo de Logroño, que había sido creado en 1963.
Visitas guiadas para grupos con reserva previa.