¿Qué ver?
Cuando en el siglo X comenzaron las peregrinaciones a Santiago, las ciudades situadas en su ruta dieron un salto hacia la modernidad.
Los buenos viticultores llevan a la botella los paisajes de su viñedo y nos hacen soñar con esas tierras.
El Casco Antiguo de Logroño atesora la historia del nacimiento y la memoria del desarrollo de la ciudad.
La historia del Puente de Piedra de Logroño se encuentra estrechamente unida a la historia de la ciudad.
La capital de La Rioja va más allá del simple decorado para las catas de vino, no es solo un lugar donde poder disfrutar de una de las más reputadas denominaciones de origen españolas: es una Enópolis, una ciudad que vive por y para el vino.
Para comprobarlo basta con visitar los establecimientos que forman parte de la asociación Bodegas de Logroño.