Parque del Ebro
El Parque del Ebro es el pulmón verde de la ciudad. Discurre por la margen derecha del río con ocho kilómetros de recorrido ininterrumpido desde el parque de El Cubo hasta el del Iregua.
Literalmente a un paso del Casco Antiguo, se pueden apreciar una gran variedad de especies de aves y pequeños mamíferos.
La ciudad en un paseo
Logroño recuperó la margen derecha del Ebro en 1993, año en el que fue inaugurado este parque de 153.000 metros cuadrados de superficie. En él se pueden distinguir tres zonas:
La zona inundable, de 70.000 metros cuadrados, es la más próxima al río y permanece cubierta por sus aguas durante buena parte del año.
La zona no inundable, comienza en el puente de piedra y conecta con una escollera que la separa de la anterior zona y de la que parte un paseo que llega hasta el final del parque, junto a General Urrutia. En sus 72.000 metros cuadrados se distribuyen grandes praderas de césped serpenteadas por caminos, un bar junto a un estanque y juegos infantiles y una chimenea sobre la que anidan las cigüeñas.
El entorno de la Iglesia de Santiago El Real, enclavada en la Ruta Jacobea. Destaca un mirador al que se accede mediante unas grandes escalinatas y un gran Juego de la Oca alegórico a las diferentes etapas del Camino de Santiago.