¿Qué ver?
La capital de La Rioja va más allá del simple decorado para las catas de vino, no es solo un lugar donde poder disfrutar de una de las más reputadas denominaciones de origen españolas: es una Enópolis, una ciudad que vive por y para el vino.
Para comprobarlo basta con visitar los establecimientos que forman parte de la asociación Bodegas de Logroño.
Los buenos viticultores llevan a la botella los paisajes de su viñedo y nos hacen soñar con esas tierras.
El edificio actual de Bodegas Campo Viejo fue diseñado en 2001 para celebrar el equilibrio armónico entre enología, arquitectura y sostenibilidad.
La Casa de la Danza está situada en el centro histórico de Logroño, en la Calle Ruavieja, con acceso por Calle de San Gregorio.
Bodegas y Viñedos Marqués de Vargas es el producto de cuatro generaciones consagradas a la elaboración y comercialización de excelentes vinos de La Rioja.
Bodegas Valoria se encuentra a escasos cinco kilómetros del centro de Logroño, en pleno Camino de Santiago y muy cerca del Parque Natural de La Grajera y de la Bodega Institucional de la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Ruavieja fue una vía importante para la producción de vino desde la Edad Media hasta el siglo XIX.
El origen de Bodegas Marqués de Murrieta está unido al origen del vino de Rioja.
Bodegas Olarra se ubica a las afueras de Logroño, en pleno corazón de la Denominación de Origen Calificada Rioja y dentro de la subzona de Rioja Alta.
La familia Pérez Cuevas está conectada con el viñedo desde hace más de ochenta años en Bodegas Ontañón.
En Logroño podrás visitar los calados que desde la Edad Media y el Renacimiento se han venido utilizando para la elaboración y la crianza del vino.
La Denominación de Origen Rioja se creó el 6 de junio de 1925 y es la más antigua de España.
El antiguo Palacio del Marqués de Legarda (construido en el siglo XVIII, aunque es probable que existiera ya en el XVI) es hoy sede del Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja (COAR).
Viña Ijalba es una bodega familiar en su tercera generación. Fundada por Dionisio Ruiz Ijalba, quien en 1975 tomó la decisión de recuperar sus viejas canteras comenzando la plantación de viñedos en ellas.
A orillas del río Ebro, la ubicación privilegiada de Bodegas Franco-Españolas te permite llegar en un corto paseo desde el centro histórico de la ciudad de Logroño, sin necesidad de conducir.
El conocido familiarmente por los logroñeses como «edificio de la Electra» en la calle Sagasta de Logroño fue proyectado a finales del siglo XIX para albergar la Electra de Recajo en 1896 (de ahí su nombre).